24 de Diciembre de 2025. Horas antes de la
cena de Navidad.
Entonces... ¿Es verdad que hubo
una época que prohibieron salir de casa?, - preguntó María, con su inocente vocecita
de 6 años?.
Es verdad, – respondió Papá- Había un virus bastante grave, y para evitar que nos contagiáramos
tuvimos que estar casi dos meses y medio
sin poder salir de casa, salvo para comprar lo esencial …
Mamá, asomando la cabeza desde la cocina,
miraba de reojo a Papa para ver como continuaba la historia, cuando Jorge,
su hermano, algo mayor que ella, cortó por lo sano.¡¡¡Buff!!!, - Aun me acuerdo de esa época. Fue horrible.
No se podía salir a la calle para nada, y estábamos todo el día en casa.
Recuerdo que batí casi todos mis records en mis juegos preferidos.
¡¡¡ Si, me acuerdo
perfectamente ¡!! intervino,
Lucía, la hermana mayor, con sorna desde el contiguo sillón, Fue la etapa mas tranquila de mi vida.
Estuviste encerrado en tu cuarto y no te
vi durante meses, salvo a las horas de comer y cenar. Lucia se calló al ver la cara que tan bien conoce con la que la está mirando Mamá, mientras prepara la mesa para la
cena.
Papá continuó hablando: Fue una época muy
difícil para todos. Tardaron casi un año y medio en encontrar una vacuna así
que nos tuvimos que organizar todos de otra forma a lo que estábamos acostumbrados.
Ahora podemos verlo, aunque entonces no eramos conscientes, fue un momento en
el que cambiaron mucho las cosas, Por ejemplo, antes la gente se daba dos besos
y abrazos cuando se encontraban en la calle. Y era muy frecuente que apiñaran a
distancias muy cercanas en cualquier situación, en la cola del supermercado, por
ejemplo. Eso por no hablar de otros
cambios mayores. Por ejemplo, de geopolítica….Fue entonces cuando China
comenzó a ser lo que ahora es, y cuando Estados Unidos dejó de ser lo que era…
¿Dos besos?, ¡¡¡¡que asco!!!- respondió María, provocando las risas de
toda la familia.¿ Y que pasaba con los
niños? ¿No iban al Cole?.
!!!No, que va !!!, respondió Lucía. Estaba expresamente prohibido. Los profesores mandaban deberes por un
sistema antiguo que se llamaba correo electrónico, y los niños tenían que
hacerlos desde casa.
¿Y eso les gustaba?.
¡Para
nada !, dijo riéndose Jorge,
pero bueno, es que la escuela en nuestros
tiempos no le gustaba a nadie... Mamá, se rió
mientras encendía el alumbrado navideño.
¿Y que hacíais durante todo ese tiempo?
Papá, con orgullo, dijo: Yo aproveché
muy bien el tiempo para pensar. Y así, pude hacer el proyecto de lo que hoy es
mi empresa. Y además, empecé mi colección de música clásica….y señaló con su
mirada una impresionante colección de CD de la librería.
Mientras Mama colocaba
los últimos detalles de la mesa, María preguntó :
¿Y tu, Abuela?. La abuela paró un segundo de hacer
ganchillo, y una sonrisa iluminó su rostro, El
abuelo, que en paz descanse y yo, estuvimos muy tranquilitos en casa. Todos los
días hacíamos videoconferencias con la familia y nos mandábamos mensajes con
los amigos . Y veíamos muchas películas, y fotos de familia. Lo peor fue cuando
perdí a mi hermano, y ni siquiera pude despedirme de él…. . Mamá, acarició el
plateado cabello de la abuela , que se enjugaba una lagrima que, incipiente, asomaba a sus ojos.
Jorge se revolvió en el
sillón para interrumpir: Lo de las películas, me acuerdo
perfectamente. Recuerdo haber visto todas las series de “anime” que había
entonces. !!Bueno, y además, conseguí ser
el 43 en ranking español de League of
Legends.¡¡
Lucía, le contestó: !Tú siempre igual¡.
Podrías haber aprovechado el tiempo en algo más útil, como hizo Papa, o como
hice yo, que aprendí a tocar la
guitarra, y colaboré con una ONG para fabricar y distribuir mascarillas para
quienes no tenían. Si, hombre...,¡¡Voy a
hacer lo que tu digas ¡!– respondió airado Jorge
Mama, mientras recogía del suelo el juguete de la perra, intervino:
Lucía, es verdad que estuvo muy bien lo que hiciste, pero Jorge era pequeño aun para eso. ¡¡Y ahora todo
el mundo a la mesa, que ya está todo listo para cenar!!!
La mesa, primorosa, reluce esta
noche, vestida con el mantel, los platos,
la cubertería, y las copas reservadas para las grandes ocasiones, y adornada con
los mejores adornos navideños. Y en las
fuentes, la comida, apetitosa y lucida,
brilla con la luces del árbol, invitando a todos a disfrutar de la cena
navideña.
Y justo entonces, cuando ya todos están sentados a la mesa, y Mamá ya está
sirviendo la sopa, María le preguntó a Mama:
Mama, ¿Y tú, que hiciste entonces? ¿Tú también
hiciste algo importante como Papá, Lucía o Jorge?
Mama, sonríe, con una mirada pensativa, mientras recuerda
aquella época. Recuerda las preocupaciones y el mal humor de Papa, ante las incertidumbres
económicas, y como en sus conversaciones
nació la idea de la empresa.Se acuerda también de estar pendiente de el Abuelo y de la Abuela, que no les
faltase de nada, ni al vecino de la casa de al lado, que no tenía a nadie para
cuidar de él. De las largas conversaciones con su hermana Maria José, que lo
estaba pasando fatal con el embarazo.De
apoyar a su compañera de trabajo que había caído enferma con el virus.
Y además,
del teletrabajo, mantener el orden y la limpieza, y preparar fiestas, dulces y
sorpresas para mantener la moral y la alegría durante la difícil convivencia de
la adolescencia de Lucía y la impaciencia de Jorge, las preocupaciones de Papá,
las dolencias del abuelo...
No, cariño, No hice nada digno de mención. Más o menos,
lo de siempre, respondió
Mama, mientras continuaba sirviendo la siguiente cucharada de sopa.
Me ha encantado!!!! Gracias por compartirlo!!!!
ResponderEliminarCuánta reflexión hay detrás de este cuento. Gracias!
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