La carta esta esperando frente a mi, como una bomba de
relojería, o como una esfinge impenetrable.Su presencia me
interroga; ¿ cuanto tiempo continuaré dandole la espalda antes de reunir el valor suficiente para enfrentarme a mi destino, y
abrirla?
"A lo mejor se trata de un concurso. Hoy ya he entregado
otras 5 iguales..”. - me dijo Trini, la cartera, mientras le firmaba el recibo del
certificado con mi huella dactilar en su aparatito electrónico.”Un premio, seguro que sí. ...” le
contesté incrédula, mientras ella se despedía a toda prisa corriendo por la
escalera hacia abajo. “Perdona, me tengo que
ir. Ya sabes que el aparatejo éste
controla cada minuto que estoy parada, el tiempo que tardo entre una entrega y
otra, y si mis promedios bajan, me lo quitan del sueldo…”
Los colores de mi empresa en el sobre dejan claro de dónde procede. Y mi
nombre, tal y como figura en el DNI, (que sólo aparece en papeles oficiales) y
que viniera certificada no hacen precisamente que me sienta más tranquila. Pero no
quiero ser agorera. Si pienso en positivo, todo saldrá bien.
Intento calmarme visualizando el viaje a Disneyland Paris que le
tengo prometido a Cristina para dentro de 3 semanas. Nos imagino allí, todos
felices y contentos disfrutando a cuerpo de rey. Porque yo lo valgo. Si me
esfuerzo lo suficiente, lo conseguiré.
Me concedo una prórroga, unos minutos más de tranquilidad y
respiro, antes de decidirme a descubrir el misterio que oculta la carta.
Mientras, doy sorbitos al ardiente té, haciendo esfuerzos por hacer caso omiso de
la omnipresencia de la carta, que lo
invade todo.
Canela me
mira, sorprendida de verme tan quieta. Yo, que soy un rayo que no cesa de
actividad, nunca me ha visto tanto tiempo sentada a la mesa. Y la carta, justo
enfrente de mí.
Mientras
acaricio el lomo de la perra, mi vista vaga por la habitación, y salta de los
colores del sobre, de su tipografía, a los mismos colores de otra carta, con la
misma letra, enmarcada en la cercana pared del salón, firmada nada más y nada menos
que por el mismo Director General de Supermecados XXXX S.A. en persona.
Una sonrisa, entre cínica
y siniestra, me asoma a los labios desde muy adentro al recordar los discursos,
los aplausos y toda la fanfarria con la que los altos directivos de la empresa organizaron
el acto para celebrar nuestra presunta heroicidad (o para darse un poco de auto-bombo,
más bien).
“Vosotros, los trabajadores de esta empresa, los
cajeros, los reponedores, los transportistas, la gente que habéis dado la cara, prodigando amabilidad y
simpatía en estos difíciles tiempos de epidemia, sois los que habéis dado un ejemplo al mundo
de solidaridad, responsabilidad, y de heroicidad, anteponiendo el servicio a
los demás a vuestra propia seguridad. Os merecéis todo nuestro respeto y
reconocimiento. Sois nuestro ejemplo, y nuestra sociedad os debe toda nuestra gratitud y que permanecerá en
nuestro recuerdo… ”
Y lo que es peor, aun. Todo ello, con nuestra participación en
el papel del estelar del tonto útil de la función. Cómplices del pensamiento dominante
y víctimas de él a la vez. Como un animal, ignorante, que confiado va de la
mano del Amo al matadero, sin preguntas, sin cuestiones, sin comentarios. Todos
riendo, aplaudiendo, bailando, abrazándonos o besándonos o mandando mensajes a nuestras familias de
alegría y agradecimiento mientras nos olvidábamos de los muertos, y de los que aun
vivos, quedaban peor que nosotros. Sin haber aprendido la lección, creyendo
tener una vida tan sólo porque habíamos sobrevivido.
Reconocimiento y respeto, gratitud, … Palabras, todas, pero dinero… poquito. Como decía María, la
limpiadora de nuestro edificio, el día del entierro de su hija “menos aplausos y más dinero” Otra víctima más del Corona Virus y de la libre
empresa, la pobre niña. Trabajando toda la epidemia sin contrato y sin autoprotección
adecuadas, ¿que esperabas?.
Recuerdo la bondadosa, casi angelical, cara del Ministro en el
acto de la empresa, felicitándonos a todos y diciendo que éramos un verdadero
ejemplo para la sociedad. Ejemplo sí, pero de credulidad y estupidez. Muchas bonitas palabras, pero de ayudar, nada de nada. En fin, para que
hacerse mala sangre…
Los filos de la alfombra del salón y algunos de los muebles están pidiendo a
gritos una jubilación desde hace años. Pero hace tiempo que las cosas no
terminan de ir mejor. Cuando terminamos una crisis viene otra peor. Y al final,
la respuesta, siempre es la misma. Más
horas de trabajo, contratos más precarios, menos tiempo libre. Y eso conlleva peores
relaciones familiares y personales. A veces siento como si hubiera sacrificado mi
vida al Dios de la Libre Competencia en aras de la productividad de mi Empresa.
!Salve, oh mi Empresa, Supermercados XXXX, S.A.!
Y encima no me puedo ni quejar, porque al menos tengo trabajo en
una empresa que paga bien, y en un sector que no falla. Siempre necesitaremos
alimentarnos,¿ no?. No como pasó con los restaurantes y los bares, o con el turismo,
que fue una verdadera debacle…
¡Ea, ya está bien de darle vueltas al asunto!. En fin, la fortuna sonríe
a los audaces. La suerte está echada.
Cogiendo la carta con la mano derecha, por lo que pueda pasar, y
santiguándome y encomendándome a la Virgen del Perpetuo Socorro la abro y la
leo.
TRABAJADOR:
Doña Maria Angeles Jiménez Lopez
DNI xxxxxxxxxxxxx
Madrid, a
23 de Abril de 2023
Muy señora
nuestra:
La dirección de esta empresa de conformidad con lo establecido en
los artículos 52 y 53 del texto refundido del Estatuto de los Trabajadores le
comunica la extinción de la relación laboral que nos vincula, con efectos del
día 30 de Abril de 2023 por causas objetivas al amparo del primero de los
preceptos mencionados, fundamentándose esta decisión en la necesidad de
amortizar su puesto de trabajo por causas productivas y organizativas.
Como usted conoce, SUPERMERCADOS XXXX, S.A., es una empresa líder en
el sector de la alimentación. El espacio o sector para el que usted presta
servicios esta integrado por la atención al público a nuestros clientes, en su
función de cajera – reponedora, dónde ha venido desarrollando su trabajo
Usted es conocedora como los últimos tiempos, especialmente desde el inicio de la crisis del
Covid 19, ha producido una fuerte competencia entre las empresas del sector,
para adecuarnos, cada vez más, a los deseos e intereses de nuestros clientes.
De hecho, nuestra empresa ha invertido considerable esfuerzo en mantener una
fuerte inversión en I + D para seguir liderando el sector de la alimentación y
venta al detalle. Especialmente importantes en cuanto se relacionan a su puesto
de trabajo, son la automatización de la
reposición del stockaje y gestión robotizada del almacén, y la supresión de la casi
totalidad las cajas, que han sido sustituidas por cajas automatizadas, que
comenzarán a estar generalizadas en todas nuestras tiendas a partir del día 30
de este mes.
Como usted comprenderá, ello nos obliga a amortizar su puesto de
trabajo con el fin de optimizar al máximo los recursos, y mantener nuestra
productividad, y seguir siendo competitivos en el mercado. Es evidente a la luz
de los datos ofrecidos que el nivel de empleo adscrito a la actividad que viene
usted realizando es excesivo en el actual equilibrio de producción de bienes y
servicios de la empresa, siendo posible la asunción de sus funciones por los
servicios automáticos a ello destinados.
Con la
amortización de su puesto de trabajo se reducen los costes de personal lo que
provoca una mejora en la competitividad de la empresa
En
cumplimiento de lo señalado en el Art. 53 del Estatuto de los Trabajadores, se
pone a su disposición la indemnización de 20 días de salario por año de
servicio en la empresa y que asciende, salvo error u omisión, a seis mil
novecientos veintiocho euros con cuarenta y un céntimos ( 6.928,41 euros )
Por otra parte y en cuanto al momento de producirse tal decisión
extintiva le comunicamos que lo será el día 30 de mayo de 2023, haciendo esta empresa
renuncia expresa a parte del preaviso establecido en el Art. 53.4 del estatuto
de los Trabajadores, si bien se le abonará la cuantía correspondiente a 14 días
de salario en concepto de parte proporcional de no preaviso, en la liquidación
de sus haberes.
Finalmente, y en agradecimiento a los servicios prestados, el
Departamento de Recursos Humanos de la empresa se pondrá en contacto con Usted,
para ofrecerle su participación en nuestro proyecto de recolocación. “RECICLATE,
PORQUE TU LO VALES. Vende nuestros productos desde tu casa”, por si fuera de su
interés.
Atentamente,
Por la
empresa SUPERMERCADOS XXXX, S.A
El
Director General
(ilegible)
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